La Justicia Federal ordenó también el decomiso de la aeronave que utilizó el piloto, quien es conocido en el ambiente como "peligroso e irresponsable". Cuenta como antecedentes haber causado pánico en una playa de Pinamar y estrellar un planeador en Batán.
La Justicia Federal de Mar del Plata procesó sin prisión preventiva al piloto de avión que durante un festival de aeromodelismo al comando de su aeronave acrobática realizó vuelos peligrosos sin contar con la respectiva autorización respectiva.
La medida recayó sobre Dante Avalle (50), un piloto con gran cantidad de inconductas y sanciones según pudo probarse durante la investigación a cargo del juez Santiago Inchausti, del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal de Mar del Plata N° 3.
Inchausti además dispuso trabar un embargo por 100 mil pesos y ordenó el decomiso de la aeronave de colección, indicaron fuentes judiciales.
El delito que se le imputa a Avalle prevé una pena de seis meses a cuatro años de prisión.
La imputación consistió en que en abril de 2016 el nombrado realizó vuelos rasantes y/o maniobras de muy baja altura con una aeronave de su propiedad en las inmediaciones de la Agrupación Marplatense de Aeromodelismo, ubicada en el predio de la Laguna de los Padres, en adyacencia a Sierra de los Padres, Ruta 226, Km. 15, sin contar con autorización para realizar cualquier tipo de acrobacia aérea, poniendo en peligro la vida o bienes de terceros.
También mandó trabar embargo sobre dinero y bienes hasta cubrir la suma de 100.000 pesos, y dispuso el secuestro preventivo con fines de decomiso respecto de la aeronave utilizada para cometer el delito (artículo 23 del Código Penal).
La denuncia fue efectuada en primera instancia por un socio de la Agrupación Marplatense de Aeromodelismo ante la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) debido a que el 3 de abril de 2016, mientras se celebrara en la Laguna de los Padres un festival Avalle irrumpió con su avión.
Según la prueba que obra en la causa, Avalle salió a las 16.30 del Aeroclub de Planeadores, sin previo aviso, sin ser invitado y sabiendo que se había pedido especialmente la no participación de aviones reales en el festival de Aeromodelismo. Entonces Avalle comandaba un avión Nación 145 (matrícula LV-RHX) que operaba desde el Club de Planeadores Mar del Plata e hizo vuelos temerarios a 2 o 3 metros del suelo. Aún habilitados, los vuelos no pueden ir por debajo de los 450 metros y, sobre zonas despejadas, no inferior a 80 metros.
Tras la denuncia del socio, el Jefe del Aeropuerto Mar del Plata la presentó en la Justicia Federal.
Dentro del ambiente aeronáutico, Avalle es considerado un piloto arriesgado que siempre está al borde de las maniobras peligrosas. “La mayoría de esos vuelos peligrosos e irresponsables están documentados por él mismo y subidos a internet”, dice la denuncia.
Avalle había estrellado el mismo avión en un aterrizaje de emergencias en un campo de té de Misiones y un ultraliviano en el Aeroclub de Batán. Estas conductas obligaron a que la Comisión Directiva de esta última institución lo suspendiera por 30 días en el año 2015.
“Por reiteradas inconductas aeronáuticas al mando de sus aeronaves, en especial a los vuelos de baja altura fuera de pista, sobre calles de rodaje, entre los hangares”, fundamentaba el club.
También en el verano del 2016, Avalle fue acusado de sobrevolar a muy baja altura una playa de Pinamar, pero no sobre el mar como es costumbre de los aviones acrobáticos sino sobre la misma arena.
La Justicia recibió como prueba videos en los que se puede ver al avión volando a baja altura y se escucha a algunas personas decir “se despeinó”.
En agosto del año pasado, ya con el proceso judicial abierto, Avalle fue suspendido por 30 días en razón de dichas maniobras.
Inchausti decretó el procesamiento sin prisión preventiva de una persona, por considerarlo autor penalmente responsable del delito previsto y penado por el artículo artículo 221, inciso 2) del Código Aeronáutico, trabó embargo por 100 mil pesos y ordenó el decomiso de la aeronave.